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“El último hombre sobre la tierra estaba sentado solo en una habitación. De repente, tocan a la puerta”. –La historia de terror más corta del mundo: Knock, 1957.
Es de noche, pero no puedes dormir. Todo está oscuro a tú alrededor y escuchas de repente una ventana que se azota fuertemente debido a una ráfaga de viento.
Sabes que una tormenta se acerca…
En ese instante, sientes como si algo te hubiera rozado la espalda y cada centímetro de tu piel se eriza. Permaneces inmóvil, tienes una sensación extraña en el estómago y no te atreves a prender la luz.
Hasta que vuelve esa sensación en el espalda. Tomas una bocanada de aire y prendes la lamparita de noche. Justo cuando volteas ahí está…
¿Sentiste miedo?
Antes de contarte el final de la historia, sigue leyendo.
El miedo es natural en los seres humanos
El miedo está presente en nuestra vida por una razón fundamental: superviviencia.
Si no sintiéramos miedo de absolutamente nada, nuestra vida peligraría todo el tiempo. El miedo es como un aviso de que algo “malo” puede ocurrir. Y entonces te da un poco de tiempo para prevenirlo.
Este miedo nos aleja de nuestras metas y de lo que queremos lograr. Forma una barrera entre el lugar en donde estamos ahora y al que queremos llegar.
Por eso, aunque sepas que tu vida no corre peligro el miedo sigue ahí instalado, bloqueando tus mejores intenciones por lograr lo que te propongas.
El miedo proviene de tu imaginación
Esa noche de tormenta y después de prender la luz, ¿qué te imaginas que había en la habitación?…
(Tómate unos segundos para pensarlo, aquí te espero…)
La gran mayoría de veces (excepto cuando te persigue un oso salvaje) el miedo es imaginario, por lo que proviene de tu mente.
Por eso, no ser seleccionado para el equipo de básquetbol es doloroso mental y emocionalmente.
Las cosas se complican aún más, porque tu mente tiene la capacidad de adelantarse a las situaciones que no conoce, y frenarte con la finalidad de para proteger tu vida o simplemente salvarte de una experiencia negativa.
Es cuando tenemos miedo de enfrentarnos a un gran reto en el que hay muchas cosas que pudieran salir mal.
Por ejemplo: algunas celebridades han confesado tener miedo escénico y la sensación es tan intensa que vomitan detrás del escenario, o incluso a veces en el escenario: Rihanna, Justin Bieber, Lady Gaga están todos tienen miedo detrás del escenario. Adele, artista ganadora de un Grammy, dijo a la revista Vogue: “Vuelvo a vomitar bastante antes de subir al escenario”.
De ahí surge el miedo que absolutamente todos hemos sentido (y no se trata del miedo a las arañas).
Inconscientemente todos tenemos miedo de esto
¿Alguna vez sentiste que no eras suficientemente bueno para lograr algo?
¿Te sentiste derrotado incluso antes de empezar?
Este miedo se convierte en nuestro peor enemigo cuando queremos lograr algo: el miedo a fracasar.
Y se convierte en uno de los mayores obstáculos que te impiden lograr tus metas.
En otras ocasiones simplemente no te sientes capaz de lograrlo.
Conoces historias de gente que ha llegado a las metas que se han propuesto, pero tú piensas que “esas personas” tienen algunas habilidades que tú no tienes.
Es cierto, cada persona es diferente y probablemente algunas actividades se faciliten más que otras. Pero esto no significa que otras personas sean mejores que tú.
Este hecho significa que, esas personas también sintieron miedo pero lograron manejarlo adecuadamente para que no los obstaculizara.
La buena noticia es que tú puedes aprender a distinguir el miedo. Pensar si es imaginario o si se trata de una amenaza real.
De tal forma que con un solo soplido puedes derribar esa gran barrera que al principio parecía indestructible.
No dejes de sentir miedo solo aprende a manejarlo
Sentir miedo es natural, dejar que te frene para lograr tus metas es una tragedia
Seguramente tú también quieres saber cómo sentir miedo y usarlo como un trampolín hacia tu meta. A continuación te digo como.
La estrategia del peor panorama
Pensar en la cosa más trágica que nos puede suceder, en ocasiones no es tan malo como parece.
Mucho de nuestro dolor mental proviene de este miedo imaginario. Es decir, miedo de que ocurran eventos que aún (tal vez) sea imposible que se presenten.
La noche en que Michael Jordan fue incluido en el Salón de la Fama, hizo una declaración poderosa que hablaba de este punto: “Los límites, como los temores, son solo una ilusión”
Si EXAGERAMOS este miedo y nos imaginamos un escenario aún peor, podemos relajarnos, calmar ese miedo y tomar acción.
Para poner en práctica esta estrategia solo tienes que preguntarte:
¿Cuál es el peor panorama que puede ocurrir si ________ (inserta eso que te da miedo/tu propósito/meta aquí)?
Por ejemplo:
Tenemos el caso de Ana. Desde hace varios meses se está proponiendo lograr su peso ideal. Ha probado algunas dietas y planes de ejercicio. Pero siempre “hay algo” que la detiene a mitad del camino, o algunas veces antes de empezar.
Se da cuenta que simplemente se trata de “miedo”, disfrazado de alguna excusa como “falta de tiempo”, “falta de fuerza de voluntad”, “falta de motivación”, etc, etc.
- ¿De qué tengo miedo exactamente?
De no lograr mí peso ideal, que mi esfuerzo no valga la pena.
- ¿Qué malo puede ocurrir si intentas mejorar tus hábitos?
Aumentar más mi peso, ser la burla de los demás.
- ¿Cuál es el PEOR panorama?
Seguir subiendo de peso hasta no poder caminar nunca más. Ser despedida en mi trabajo y vivir en la calle eternamente.
El punto es que verás tu miedo un poco “tonto” y demasiado “irreal”.
Tomar nuestros miedos a conclusiones extremas, nos ayuda a relajarnos frente a ese miedo que antes nos obstaculizaba
Te darás cuenta que se trata solo de tu mente, y de un soplido puedes derribar esa muralla para avanzar.
OJO: Esta estrategia no reemplaza la precaución que debes tener.
La precaución es distinta del miedo:
La precaución es llevar un casco, pero no dejar de andar en bicicleta. Usar el cinturón de seguridad pero no dejar de conducir tu auto. En cambio el miedo, te paraliza. Te orilla a evitar las bicicletas y los autos a toda costa.
Esta estrategia, simplemente tiene el objetivo de hacerte ver que lo peor que puede pasar no es tan grave. Y entonces te relajas y actúas.
En otras palabras, cuando tu mente se da cuenta de este “peor panorama” y deja de sentir miedo, tú puedes avanzar con toda seguridad para conseguir lo que te propusiste.
Nota: Si tienes un problema grave con algún miedo específico ( o una fobia severa) es importante que consultes a un psicólogo que te evalúe de cerca.
El final de la historia
…tomas aire y prendes la lamparita de noche. Justo cuando volteas ahí está…
Antes de que puedas procesar la información en tu cabeza, el gran susto te obliga a despertar de golpe.
Sientes en la frente gotas de sudor frío que resbalan por toda tu cara y con las manos temblando prendes la lamparita de noche.
Cuando volteas te das cuenta que todo era solo una creación de tu mente.
Todo se trataba de un mal sueño.